No sabes lo que es hasta que llegas ahí. Y no es tanto el proceso de envejecer (que es algo duro), como la actitud de muchas personas respecto a este proceso, ya que se dejan llevar por una serie de estereotipos, mitos y prejuicios. Es decir, que uno sufre por las etiquetas que le ponen y uno pierde su individualidad.
Ya en la adolescencia, uno era etiquetado como adolescente. En la vejez a uno le quitan su individualidad para encasillarlo como “viejo”. Y eso es algo que no me gusta, porque bastante camino hemos tenido que recorrer para lograr construir a un individuo psicológico. Además, ser viejo no equivale a alguien que ya no sirve para nada. Seguimos funcionales y depende de nosotros que lo seamos por mucho tiempo.
Yo soy una baby boomer y me siento muy contenta de todo el camino que he recorrido, de todo lo que he vivido, y siento que todavía me queda mucho camino por recorrer