Piensa en esto:
Valores humanos… Las cosas que necesitamos para vivir no son materiales. Son intangibles. Son valores que nos trascienden. Los valores humanos.
El amor, la empatía, la solidaridad, la integridad, la honestidad, la sinceridad, entre otros, son valores que se encuentran en peligro en este momento porque vivimos una crisis que promueve los valores contrarios.
Alguna vez leí en alguna parte que alguien citaba al “empresarialismo” como un valor humano que, junto con la competitividad debía inculcarse en los niños desde muy pequeños. El empresarialismo no es un valor humano, y a la competitividad se la debe ver como un arma de doble filo que cuando se inclina a la parte negativa es la responsable de múltiples injusticias. En lugar de la competitividad se debería impulsar la solidaridad, por ejemplo.
Los valores humanos en el mundo en que vivimos
Vivimos dentro de un globalismo que pretende eliminar las fronteras y la soberanía de los países para instaurar un modelo de pensamiento único, un único discurso, un único sentimiento, una sola creencia, una sola ideología. Un mundo unipolar.
Las tradiciones, las costumbres, la cultura de cada país en donde tenemos nuestro hogar son las que aportan la base para la construcción de nuestra identidad. Es ahí en donde encontramos los modelos a seguir. La tradición de la abuela, la costumbre del pueblo, la manera en que en nuestro país se hace o se dice alguna cosa, son los que nos dan el norte, la guía para construirnos.
Pero ahora son las redes sociales las que influyen en las personas más jóvenes. Son las redes sociales las que suplantan a la cultura. Son las redes sociales las que proporcionan los modelos a imitar. Modelos que carecen de valores humanos, que piensan y sienten y actúan de forma uniforme. Y eso es peligroso porque son modelos dudosos con valores nefastos.
Por eso, necesitamos ser conscientes de lo que pasa en nuestro mundo. Abrir los ojos sin deslumbrarnos por el brillo aparente de costumbres ajenas.
¿Podemos construir un mundo mejor?
Sí, definitivamente. Todo depende de nosotros. Tenemos que informarnos muy bien de lo que pasa en nuestro entorno. En el mundo en su totalidad. Cultivar el discernimiento para distinguir lo real de lo irreal. La información veraz de la desinformación. Investigar la información que te llega. Compararla con otras informaciones.
Lo único difícil hoy en día es que todo aquello que es diferente del pensamiento unipolar que se está instaurando, es etiquetado como teoría de conspiración, negacionismo, etc. Pero, si te paras a pensar en quién dice qué y por qué medios, vas a llegar a entender que los que dicen y acusan a otros de conspiracionistas, en realidad ellos son los que conspiran. Y conspiran contra nosotros. Por qué? Porque tienen miedo de que nos hagamos conscientes y nos demos cuenta de los planes que tienen para nosotros. Entonces, ¿vamos a seguir viviendo bajo los designios de personas cuyos rostros no conocemos? ¿Verdad que no? No! Nosotros tenemos que vivir para nosotros mismos y para los nuestros, siendo empáticos y solidarios y amorosos con todos los demás que se cruzan con nosotros por el camino. ¡Construyamos un mundo nuevo!
Las cosas que necesitamos para vivir son pocas
Quiero compartir contigo las cosas que considero son necesarias para vivir en estos momentos en que nos enfrentamos a la mayor crisis mundial, que es más política que sanitaria, más económica que otra cosa:
Conciencia, libertad, información, decisión, acción. No necesitamos nada más